viernes, 21 de agosto de 2009

Un último adiós


Realmente no sé como empezar a escribir esto. Tengo tantas cosas que decir de las que recuerdo que me forman un torbellino en la cabeza.

Entró a formar parte de mi vida el 1 de Mayo de 2000, con 19 días. Salió de mi vida para siempre el 19 de Agosto de 2009. Ahora ya es parte de mi pasado, pero no es tan solo un recuerdo, fue algo más. Fue un pilar muy fuerte e importante. Fue mi compañera de alegrías y también de tristezas. Ahora está con su padre, Yako, en el cielo que tiene haber para los perros, saltando de nube en nube persiguiendo mariposas.

Alguien me dijo ayer que nunca había visto a un perro tan feliz como Hestia, que puedo sentirme orgullosa de lo bien que la había cuidado. Voy a quedarme con eso, saber que la cuidé, la mimé y la quise todo lo que pude.

Te echo muchísimo de menos, Hestia. Te quiero.