sábado, 27 de octubre de 2007

Café fuerte

Esta mañana he ido a tomar un café al bar habitual que hay debajo de casa. Al entrar he visto que había un camarero nuevo.
Buenos días, dije, Qué tal.. dijo el camarero... Un barraquito fuerte de café y un vaso de agua con gas. Al momentito tenía mi barraquito (café con leche y leche condensada en vaso de media caña con canela, corteza de limón y un poquito de licor) delante de mí. Me lo tomé sin decir nada y a los 10 minutos le dije, me haces otro barraquito? Pero esta vez por favor, que esté fuerte de café de verdad, no te importe que esté bien fuerte. Sabéis lo que me contestó? Que no lo hizo más fuerte porque es raro ver que una mujer toma el café fuerte. Lo piden fuerte y luego piden más leche. ¿De qué están hechas las mujeres? A mí me gusta el café fuerte, le dije, no para despertarme, sino porque me gusta el sabor del café, para café claro, me tomo un vaso de leche.
Me hizo el consiguiente barraquito, al cual le costó salir porque lo cargó de verdad, como se debe cargar el cazo de la cafetera. Y estaba de rico... Gracias, nuevo camarero. (Ya me aprenderé el nombre si dura lo suficiente).

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