Salidas nocturnas

Ayer por la noche unos amigos me invitaron a cenar. Después de una magnífica cena en el Puerto de la Cruz fuimos a un Bar-Karaoke que no recuerdo su nombre. Aunque realmente no sé por qué lo llaman Karaoke cuando el único que canta allí es un cubano de La Habana llamado Dani. Pone la música de un karaoke y él a su modo canta las canciones, algunas las estropea como si fueran suyas, y otras casi que las borda.
Dejando a parte si canta bien o no, lo que sí que tiene es que le da al bar un ambiente increíble, con sus movimientos de cadera y sus bailes casi irrepetibles. De todos es sabido que los cubanos tienen "sabor"
En el bar se concentraba todo tipo de gente. Yo me sentí a gusto porque no es el típico bar al que van niños, sino gente más bien mayor. Pero eso sí, había algún que otro elemento digno de comentar.
Había en una mesa tres personas, dos mujeres y un hombre, las mujeres tendrían como sus casi 50 años, una de ellas iba bastante mona, pero la otra... Dios mío, realmente me daba vergüenza ajena. Una minifalda que mínimamente le tapaba la braga (si es que llevaba) y una camiseta palabra de honor (además ropa cara) que le quedaba de horror, nunca mejor dicho. Con esa camisa podía haber llevado un sujetador sin tirantes, pero no, sin sujetador con unos pechos que le llegaban (sin exagerar) hasta el ombligo, y por supuesto, caídos. Muy caídos. Unos zapatos de tacón alto altísimo, dorados. Y cuando salía a bailar. entonces sí que estaba todo dicho.
El pelo rubio platino con un corte nada favorecedor a su óvalo de cara y un maquillaje un tanto exagerado. Y según el amigo que estaba con nosotras, fea, muy fea.
En fin, todo un portento de mujer.
¿De chicos guapos? Ni uno, oiga. Creo que ese no era el bar más adecuado para los chicos guapos, y aunque yo no salgo a ligar, la vista se alegra si una ve un pedazo cachorro de esos que se ven de vez en cuando.
A mi amiga le gustó el bar porque se puede criticar a gusto. Además, ¿no se supone que las mujeres tenemos el gen de la crítica? Pues ayer lo usamos y de lo lindo.

De todas formas, supongo que nosotras también seríamos criticadas, porque fue algo que surgió de repente, con lo cual no íbamos ni maquilladas ni vestidas para la ocasión. ¿Sería por eso que nos pitaban los oídos? Yo quiero pensar que era por la música demasiado alta. :P