domingo, 26 de septiembre de 2010

Conciertos y adolescencia.

Ayer 25 de septiembre, por ser las fiestas del Cristo de La Laguna, había un concierto de David Bisbal a las 22:30 horas. Nosotros vivimos muy cerca de la Plaza del Cristo que es donde se realizó ese concierto. A medio día pasamos con el coche, camino de casa, por dicha plaza, y vimos que había adolescentes y no tan adolescentes haciendo fila con tiendas de campaña, colchonetas y sillas para coger el mejor puesto y poder ver de cerca a su ídolo.

Al verlas yo dije algo así como: «Hay que tener valor para estar haciendo cola por ver a un cantante». Mi marido me miró y me dijo, piensa en cuando tú eras adolescente... Y tenía razón, siendo no tan adolescente, con 23 años, vino Luis Miguel a cantar a Zaragoza, era un concierto que yo llevaba esperando más de 11 años. Convencí a una amiga para que viniera conmigo. El concierto costaba 10.000 de las antiguas pesetas y actuaba el 12 y 13 de octubre.

En esa época yo trabajaba de noche en una editorial. Salí a las 06:30 de la mañana de trabajar, me fui al centro de Zaragoza para hacer cola hasta que abrieran la taquilla a las 09:00. Creo que compré las entradas a eso de las 12:45. Una entrada para mí para el día 12, otra entrada para mi amiga para el día 12, y otra entrada para mí para el día 13. Increíble, ni me lo pensé. Disfruté de ese concierto dos días seguidos y no me arrepiento de haberme gastado 30.000 pesetas.

Ahora, pensándolo bien, no puedo hablar ni criticar a las adolescentes y no tan adolescentes que ayer por la mañana hacían cola para ver de cerca a su ídolo. Yo también lo hice. Que aprovechen y disfruten ahora.

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