Hacía ya tiempo que no sufría de pesadillas. O por lo menos yo no me he acordado. Llevaba varios días de la semana pasada soñando que un viejito de cerca de casa entraba por la ventana de mi casa para sacar su moto y que a su vez me iba recogiendo un poco la casa, bueno, hasta ahí eso no es una pesadilla, es un sueño bastante extraño.
Pero lo de anoche fue algo espectacular.
Fui con unos amigos a cenar y llegué a mi casa sobre las 22:30, saqué a pasear a mi perra y al subir puse la televisión y después de un rato, a eso de la 01:30 me acosté.
A las 03:30 yo vi a alguien dentro de mi casa. La vi desde el dormitorio en el salón, y era muy muy real. Todavía dormida, temblándome las manos del miedo y el corazón a una velocidad que se me podía haber salido del pecho, llamé a la Policía, así fue, la llamada aún está grabada en el móvil. No sé qué tipo de cosas les pude decir a los pobres agentes, pero sí sé que me desperté, quizás por la voz del policía. - Señora, cálmese y dígame la dirección - . Al despertarme, muy nerviosa aún, le dije al policía que lo sentía mucho, que todo había una pesadilla, demasiado real pero una pesadilla. Él, muy amable, me preguntó si realmente estaba todo bien y si yo quería podían pasarse un momento a mirar. Les dí las gracias muy avergonzada y les dije que no.
Después de colgar, me levanté de la cama, encendí todas las luces y recorrí toda la casa. Todo estaba como yo lo había dejado. Las dos puertas de las galerías cerradas y la puerta de entrada cerrada con llave. La perra estaba muy tranquila, señal de que todo estaba en orden. Volví a la cama, me costó un buen rato dormirme gracias al susto, aún me temblaban las manos y el corazón seguía latiendo con fuerza. Antes de irme a la cama pasé por la cocina y cogí un rodillo de cocina de madera, de los de amasar, enorme, que me regaló mi marido, y lo puse en la cabecera de la cama.
Yo verifiqué que en mi casa no había nadie, pero fue tan real...
2 comentarios:
¿Pudiste marcar el número de la policía en medio de un sueño? Curioso :D
Marconio, lo primero, gracias por escribir en mi blog.
Lo segundo, puedo hacer muchas cosas en medio de un sueño. Desde vestirme y marcharme de casa, hasta coger un cuchillo de cocina y amenazar a mi hermana (cuando aún vivíamos en casa las dos), hasta marcar un número de teléfono. Parece irreal, pero es así.
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